El Ingreso al Día Galáctico
Según el texto que me fue facilitado para ser publicado en el área anterior, hay muchos conceptos e ideas complejas sobre lo cual no hay una explicación cierta o precisa, por lo que genera cierto temor muchas veces. Básicamente, la idea de esta área, sencillamente es plantear una idea, más bien la explicación del por qué van a ocurrir todos estos cambios debido a la entrada de nuestro sistema solar a ese espacio de “luz galáctica”. Se planteará entonces la explicación a cada uno de los fenómenos más importantes nombrados en la publicación anterior. Dando inicio a esa explicación, todo se resume en una simple idea: “La frecuencia vibratoria y resonancia energética”.
Se preguntarán: ¿Por qué todo se resume en esta simple idea?, ¿Qué papel juegan aquí acaso la física de la resonancia y la vibración? Bueno, realmente la física no tiene nada que ver en esto, mas la parte de las energías espirituales juegan el papel más importante. Entonces hay que ver lo que es la vibración y la resonancia desde el punto espiritual. Cuando se habla de la vibración en la espiritualidad, se refiere a la cantidad de energía que posee un ser o un cuerpo, es decir que si este tiene mucha energía, va a tener una alta vibración, y si este tiene poca, va a tener una baja vibración. Ahora, entrando a lo que es la frecuencia vibratoria, no se refiere a que la energía fluya a mayor o menor velocidad por un cuerpo o en un ambiente, como en la física, sino al hecho de que la energía influye más o menos en el exterior de un ser o de un cuerpo, es decir la forma en la que esta hace que un ente externo perciba a primera vista la presencia de este, por lo que una baja frecuencia vibratoria hace que los entes externos se alejen debido a que se percibe una mala “imagen energética”, contrario a cuando se tiene una alta frecuencia vibratoria, que en su caso es atractiva ante cualquier ser o cuerpo externo. Continuando con la resonancia, en la parte espiritual se refiere a la compatibilidad que tiene un ser o un cuerpo para ingresar o ser compatible en una determinada área energética o en un determinado ámbito, es decir que si una resonancia es alta puede ser compatible con cualquier resonancia igual y menor a ella, y cuando hay una resonancia baja, igualmente se es compatible con una resonancia igual o menor, por lo que para ambas se cumple entonces un factor, y es el hecho de que no son compatibles con una mayor resonancia, pero debido a cierta ley natural, este factor puede ser diluido si se desea y si se tienen los medios. La siguiente incógnita es entonces: ¿Qué ley o, mejor, qué concepto es aquel que permite trasladar a una resonancia menor a una mayor? Este concepto se podría denominar armonización energética, el cual consiste, en que si hay un ser o un cuerpo con una resonancia y además existe otro ser o cuerpo con una resonancia mucho más alta, pero este último tiene la capacidad de expandir y dar de su vibración (Tómese ahora vibración como frecuencia vibratoria) al ente de menor resonancia, entonces se cumple que esto armonizarán en un punto medio, en el que ambos son compatibles, es decir con una misma resonancia y vibración. Esto se puede explicar más fácilmente con el siguiente ejemplo: se tienen tres relojes de péndulo, todos separados entre sí, pero se encuentran todos recostados contra una pared común a los tres. Se ponen entonces los relojes en funcionamiento, y los péndulos a ritmos diferentes. Cada reloj tendría entonces una vibración diferente, aunque tendrían igual resonancia, por ser iguales entre sí, entonces esta resonancia tratará de ajustar también sus vibraciones. La resonancia se transportaría por la pared en común a los tres, y eventualmente, se llegará el momento en que los 3 péndulos armonizarán, es decir que se balancearán al mismo ritmo y siempre en el mismo sentido.
Bueno, y ahora ¿qué tiene que ver esto con los efectos del Portal de Orión o con nuestro ingreso en el día galáctico? La respuesta es muy simple, y es que en el momento en que se abrió el portal, ocurre que la energía está configurada especialmente para los humanos, entrando en estos y haciendo que armonicen entre sí, tanto humanos con otros humanos, como humanos con esta energía que ingresó desde un plano superior. Pero en el caso de la llegada al día galáctico ocurre algo diferente. La energía que ingresa al planeta es una energía pura, se podría decir que para el ser humano es la energía de Dios que penetra directamente en el planeta Tierra, pero esta energía no se configurará para el ser humano, sino que este debe decidir internamente si desea hacer ese cambio y subir a ese nivel tan alto, o quedarse tal como está, pero aún así decida negarla, al ser tan fuerte, hay cosas que cambiarán en todo ser del planeta y también en este. Ya que es una energía máxima, ocurre el fenómeno de armonización en los seres y en el planeta, y es que al llegar esta energía, todo ser tratará instintivamente de armonizar con ella, no al nivel de consciencia, sino al nivel celular y genético. Todo ser empezará a cambiar, a regenerarse, por completo en todo nivel, espiritual, mental y físicamente. Por lo anterior, en la parte espiritual, todo ser deberá ser capaz de alcanzar la iluminación, o despertar espiritual, sin dificultad alguna, por lo que se debe estar muy bien preparado para esto, a nivel mental todo cambiará a la mentalidad del amor, donde todo se hará en torno al bienestar común, la justicia y a ese mismo amor a Dios, y finalmente en la parte física esto lleva a un concepto único y universal, el siguiente: EVOLUCIÓN. Para el cuerpo este cambio hará que se generen defensas contra todas las enfermedades, la enfermedad desaparecerá, los cuerpos tendrán mayor resistencia, es decir que se vivirá mucho más tiempo, y además la genética cambiará para que, a partir de ese momento, empiece a aparecer una nueva especie en el planeta, lo que se podría denominar como una raza de “súper humanos”. Para ser más concreto en la parte genética, el ser humano posee en su ADN dos hélices proteínicas, a base de y unidas por proteínas, que luego de este amanecer galáctico cambiará su forma exponencialmente, generando entonces un ADN con dieciséis (16) hélices y al menos unos 30 tipos nuevos de proteínas en el cuerpo, que son las que nos darán dicha “inmunidad” a las enfermedades.
