sábado, 6 de febrero de 2010

MENTE CERRADA (Parte 3)

MENTE CERRADA (3)

Tu cuerpo se mantiene de acuerdo con tu cerebro y tu pensamiento colectivo, pues cada pensamiento que permites que entre en tu cerebro electrifica y alimenta cada célula de tu cuerpo. Sin embargo, desde que eras un niño y podías razonar en la conciencia social, aceptaste la programación de que debías crecer, hacerte viejo, y luego morir. Fue así, al aceptar ese pensamiento, como empezaste a degradar la fuerza vital dentro de tu cuerpo, porque el pensamiento de envejecimiento envía una chispa eléctrica de frecuencia baja o lenta a cada estructura celular. Cuanto menor sea la velocidad, mayor será la pérdida de agilidad dentro del cuerpo, pues disminuirá la capacidad del cuerpo de rejuvenecer y restaurarse a sí mismo. De esta manera, se da lugar al envejecimiento, y en última instancia, a la muerte del cuerpo. Sin embargo, si te permitieras recibir continuamente frecuencias de pensamiento más altas, enviarías corrientes eléctricas más rápidas y más poderosas por todo tu cuerpo, y éste permanecería para siempre en el momento, y de este modo, nunca avanzaría su edad ni moriría. Pero todos aquí saben que van a envejecer y morir, así que, lentamente, la corriente disminuye más y más.

Aquellas partes de tu cerebro que aún no han sido activadas, tienen la capacidad, con sólo saberlo, de reconstruir cualquier parte dañada de tu cuerpo, sea lo que sea. En el momento en el que sabes que tu cuerpo puede curarse a sí mismo, ese pensamiento envía una chispa mayor, a través del sistema nervioso central, hacia la parte dañada, lo que causará que el factor de ADN dentro de cada célula se duplique y reconstruya la célula perfectamente. ¡Perfectamente! ¿Crees que esto es milagroso? Así debería ser, y así es.

Tú crees que la única manera de curar tu cuerpo es por medio de doctores y medicinas. Y todo esto funciona porque tú crees que funciona. También se te ha dicho -y lo crees- que no podrías hacerlo por ti mismo, y por eso no puedes, porque este saber interior está presente. Sin embargo, hay entidades que han ido en busca de curanderos sabiendo que lo que iban a oír sería una verdad absoluta; y al saberlo, se convirtió en verdad absoluta dentro de su  cuerpo; y así, se curaron en un momento. Eso es lo que hace el saber interior, y puede cambiar tu cuerpo de la manera que tú quieras. Tú tienes la capacidad de ser ilimitado, incluso en el movimiento de tu cuerpo, porque fue diseñado para que así fuera.

Cada momento de tu existencia, estés dormido o despierto, consciente o inconsciente, estás continuamente recibiendo pensamiento de la mente de Dios. Y cualquier frecuencia de pensamiento que permitas llegar a través de este maravilloso Dios que te mantiene unido, la experimentará-s para obtener el premio y la única realidad de la vida, la emoción. Por lo tanto, tú que te sientes infeliz, torpe, malhumorado, temeroso, amargado, enfadado, celoso, apresurado, despreciado, que nadie te ama, ¿qué frecuencias de pensamiento te estás permitiendo sentir? La conciencia social. ¿Dónde está la alegría, preguntas? ¿Dónde está el amor? ¿Dónde está la eternidad? ¿Dónde  está Dios? Sólo a un pensamiento de distancia.

¿Por qué no conoces todos aquellos magníficos pensamientos que atraviesan tu espíritu a cada momento? Porque no has querido conocerlos. Has elegido vivir en la sombra de la conciencia social, vestir, actuar y pensar como el rebaño. Tú has elegido encajar en ella, ser aceptado, para que así pudieras sobrevivir. No quisiste saber, porque contemplar los pensamientos de que eres soberano, de que eres Dios, de que vivirás para siempre, y de que lo sabes todo, significaría ir en contra de tu familia, tus amigos, tu religión y tu país. Entonces, entregaste tu poder. Entregaste tu soberanía. Olvidaste tu identidad. Cerraste tu cerebro. La razón por la que estoy aquí es para enseñarte cómo abrirlo de nuevo.

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